Una vez más, no hay lugar seguro en Gaza. La OMS está profundamente preocupada por la reanudación de las hostilidades, incluidos los intensos bombardeos en Gaza, y reitera su llamamiento a Israel para que tome todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, en particular los hospitales, de conformidad con las leyes de la guerra.
Lo que hemos visto suceder en el norte de Gaza no puede repetirse en el sur. Gaza no puede permitirse perder otro hospital mientras siguen aumentando las necesidades de salud.
A medida que aumenta el número de civiles en el sur de Gaza que reciben órdenes de evacuación inmediata y se ven obligados a desplazarse, también lo hace el de personas que se concentran en zonas más pequeñas, y los hospitales que quedan en estas áreas funcionan sin disponer de combustible, alimentos o agua en cantidades suficientes, ni una adecuada protección de los trabajadores de la salud.
La OMS y otros asociados tienen menos capacidad para prestar apoyo, dado el acceso cada vez menor a nuestros suministros o las nulas garantías de seguridad al trasladar los suministros o a los trabajadores.
Esta mañana, se aconsejó a la OMS que retirara la mayor cantidad posible de suministros médicos de un almacén de Gaza situado en una zona sobre la que pesa una orden de evacuación. Las operaciones terrestres pueden complicar durante los próximos días el acceso a los espacios de almacenamiento.
Es probable que la intensificación de las operaciones militares terrestres en el sur de Gaza, sobre todo en Jan Yunis, prive de atención de la salud a miles de personas, en particular impidiéndoles el acceso al Complejo Hospitalario Nasser y al Hospital Europeo de Gaza, los dos principales hospitales del sur de Gaza, en un momento en el que aumenta el número de heridos y de enfermos.
Esta falta de acceso también limitaría la capacidad de la OMS para entregar ayuda a estos hospitales.
Se estima que alrededor de 1,9 millones de personas, casi el 80% de la población de Gaza, son desplazados internos. Las recientes órdenes de evacuación afectan al 20% de Jan Yunis y a las localidades al este de esta ciudad, que albergaban a cerca de 117 000yde 352 000 personas respectivamente antes del comienzo de las hostilidades.
En menos de 60 días, el número de hospitales en funcionamiento ha descendido de 36 a 18, de los cuales tres proporcionan exclusivamente primeros auxilios básicos, mientras que el resto solo prestan servicios de manera parcial. Los hospitales en condiciones de admitir pacientes están prestando servicios muy por encima de sus capacidades previstas, y algunos tratan al doble o al triple de pacientes del número para el que fueron construidos. Los 12 hospitales que siguen en funcionamiento en el sur son hoy los pilares del sistema de salud.
En una visita reciente al Complejo Hospitalario Nasser, situado en Jan Yunis, el equipo de la OMS describió la situación como catastrófica: tanto el edificio como los terrenos que ocupa el hospital están inundados de pacientes y de desplazados que buscan refugio. Las urgencias están desbordadas de pacientes. Escasean los trabajadores de la salud en comparación con las abrumadoras necesidades. El personal disponible ha estado trabajando sin descanso y está agotado. Muchos pacientes reciben tratamiento en el suelo. Las camas del hospital no dan abasto. Los pacientes y las familias que se refugian en el hospital temen por su seguridad.
Aunque el funcionamiento de los sistemas de vigilancia de enfermedades se ha visto obstaculizado, la vigilancia sindrómica ha detectado un aumento de las enfermedades infecciosas, como las infecciones respiratorias agudas, la escabiosis, la ictericia, la diarrea y la diarrea hemorrágica. Los refugios en el sur también están notificando casos de ictericia aguda, una señal preocupante de hepatitis.
Entre el 7 de octubre y el 28 de noviembre, la OMS registró un número sin precedentes de ataques contra la atención de la salud: 203 ataques a hospitales, ambulancias, suministros médicos y retención de los trabajadores de la salud. Esto es inaceptable. Existen medios para proteger a los civiles y la infraestructura civil, y deben aplicarse.
La única solución viable es un alto el fuego prolongado.
Nota para los editores:
Tan solo el 3 de diciembre, 349 personas fallecieron y 750 resultaron heridas, de acuerdo con los informes del Ministerio de Salud.
Según el Ministerio de Salud, la tasa de ocupación de camas en los hospitales operativos es del 171%, mientras que, en las unidades de cuidados intensivos, la tasa de ocupación es del 221%.
Actualmente, hay 1000 pacientes y miles de personas refugiadas en el Complejo Hospitalario Nasser, cuya capacidad es de 350 camas, y 1000 pacientes y aproximadamente 70 000 personas refugiadas en el Hospital Europeo de Gaza, que dispone de 370 camas. En ambos hospitales, la ocupación triplica su capacidad.
Hasta el 3 de diciembre, según informes del Ministerio de Salud, han fallecido más de 15 899 personas, de las cuales más de dos tercios eran mujeres y niños. Otras 42 003 personas han resultado heridas, también mujeres y niños en su mayoría.