El cambio climático es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo y también una de las amenazas más apremiantes para la salud en el mundo.
En menos de dos semanas participaré, junto con el Secretario General de las Naciones Unidas y otros líderes mundiales, en la Cumbre sobre la Acción Climática que se celebrará en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En esta histórica cumbre se expondrán los compromisos concretos que están asumiendo los gobiernos para hacer frente al cambio climático y proteger y mejorar la salud y el bienestar de sus ciudadanos.
La Organización Mundial de la Salud y sus asociados han elaborado dos de esos compromisos. El primero consiste en velar por que la calidad del aire se ajuste a las normas de seguridad de la OMS a más tardar para el año 2030, y armonizar
las políticas relativas al cambio climático y la contaminación atmosférica. Muchas de las prácticas que contribuyen al cambio climático impulsan también la contaminación atmosférica, con
efectos letales para la población.
El segundo compromiso consiste en facilitar los recursos financieros necesarios para proteger a la población de los efectos nocivos del cambio climático en la salud. Actualmente, se destina a la salud menos del 0,5 % de la financiación
internacional para el clima, y los países más vulnerables, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo, no reciben más que una pequeña parte. Por ello, se pide a los países que aumenten
los fondos destinados a proteger a las personas frente a los estragos de la crisis climática.
Los líderes mundiales tienen tan solo 12 días para suscribir esos compromisos, por lo que insto a quienes todavía no lo hayan hecho a que se sumen a aquellos que se han comprometido a adoptar medidas para proteger a la población
de los efectos devastadores de las olas de calor, las inundaciones y los ciclones asociados al cambio climático, así como para reducir el riesgo de malnutrición, paludismo, diarrea y sobrecarga por calor.
La Cumbre sobre la Acción Climática se celebra el mismo día que la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la cobertura sanitaria universal. Es significativo que ambos actos se celebren
en paralelo, pues en el ámbito de la salud pública mundial es absolutamente prioritario que se adopten medidas para hacer frente a los efectos del cambio climático y mitigarlos, así como para velar por que todas las
personas tengan acceso, en todo momento y lugar, a los servicios de salud que necesiten.
Mientras los países no puedan ofrecer servicios de salud para todos, incluidos aquellos que se encuentran en mayor peligro debido al cambio climático, no alcanzaremos nuestras metas: promover la salud, preservar la seguridad mundial
y proteger a las poblaciones vulnerables.
Súmense a los compromisos en favor de la salud.