Como organismo responsable de la salud pública de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) condena firmemente las repetidas órdenes de Israel de evacuar los 22 hospitales en los que se trataba a más de 2000 pacientes ingresados en el norte de Gaza. La evacuación forzosa de los pacientes y los trabajadores de la salud empeorará aún más la actual catástrofe humanitaria y de salud pública.
Las vidas de muchos pacientes gravemente enfermos y vulnerables están en juego: los que están en cuidados intensivos o necesitan soporte vital, los pacientes que reciben hemodiálisis, los recién nacidos en incubadoras, las mujeres con complicaciones en el embarazo y muchos otros. Todos se enfrentan al deterioro inminente de su afección o a la muerte si se les obliga a trasladarse y se les despoja de la atención médica esencial para su vida al ser evacuados.
Los establecimientos de salud en el norte de Gaza continúan recibiendo ingresos de pacientes heridos, y están teniendo problemas para funcionar por encima de su capacidad máxima. Algunos pacientes están siendo atendidos en los pasillos y en las calles alrededor de los hospitales debido a la falta de camas disponibles.
Obligar a más de 2000 pacientes a trasladarse al sur de Gaza, donde los establecimientos de salud ya están funcionando a máxima capacidad y no pueden asumir un aumento drástico del número de pacientes, podría equipararse a una sentencia de muerte.
Los directores de los hospitales y los trabajadores de salud se enfrentan ahora a una decisión imposible: abandonar a pacientes en estado crítico en medio de una campaña de bombardeos, arriesgar sus propias vidas mientras permanecen en sus puestos para atender a los pacientes o arriesgar las vidas de los pacientes al intentar desplazarlos a establecimientos que no tienen la capacidad para acogerles. La inmensa mayoría de las personas que proporcionan cuidados han decidido quedarse y hacer honor a su juramento como profesionales de la salud de «no hacer daño» en lugar de arriesgarse a trasladar a sus pacientes en estado crítico durante las evacuaciones. Los trabajadores de la salud nunca deberían verse obligados a tomar decisiones tan difíciles.
Por otro lado, decenas de miles de personas desplazadas en el norte de Gaza se están refugiando en los espacios abiertos dentro o en los alrededores de los hospitales, ya que los consideran refugios libres de violencia que, de este modo, los protegen de ataques potenciales. Sus vidas también están en juego cuando los establecimientos de salud son bombardeados.
Existen informes verificados de muertes de trabajadores de la salud y destrucción de establecimientos de salud, lo que niega a los civiles el derecho humano básico a la atención de salud vital y está prohibido por el Derecho Internacional Humanitario.
La OMS llama a la revocación de las órdenes de evacuación de Israel de los hospitales del norte de Gaza, y también a la protección de los establecimientos de salud, trabajadores de salud, pacientes y civiles. La OMS también reitera su llamamiento a la entrega inmediata y segura de suministros médicos, combustible, agua limpia, comida y cualquier otra ayuda humanitaria que llegue a Gaza a través del paso de Rafah, donde se está esperando la entrada de asistencia vital, incluidos los suministros de salud que llegaron hoy.