El 16 de octubre, el Ministerio de Salud Pública del Líbano confirmó un caso de cólera en la gobernación de Akkar, al norte del país. Se trata del primer caso de esta enfermedad desde que se declaró el fin del brote que afectó al país entre octubre de 2022 y junio de 2023, y pone de manifiesto los crecientes riesgos para la salud de la población asociados a la guerra. Las autoridades investigan el alcance de la propagación del cólera analizando muestras de los contactos del paciente y estudiando la posible contaminación del agua.
El Dr. Abdinasir Abubakar,
Representante de la OMS en el Líbano, ha declarado: «La OMS ha estado alertando
del riesgo de reaparición de enfermedades infecciosas en el Líbano, entre ellas
el cólera, como consecuencia de las deficiencias en los servicios de agua y
saneamiento y de los efectos del conflicto actual. Nuestro objetivo inmediato
es mejorar la vigilancia y la higiene del agua para detener la transmisión y
evitar una mayor propagación».
La reaparición del cólera se produce
en un momento en que el conflicto está debilitando el sistema de salud libanés,
que ya estaba sobrecargado. La guerra está aumentando los desplazamientos de
población y afecta gravemente a los servicios e infraestructuras de agua y
saneamiento. Los centros de acogida están saturados y carecen de los recursos necesarios
para albergar al creciente número de desplazados, por lo que el riesgo de
propagación del cólera se ha disparado.
La OMS está colaborando estrechamente
con el Ministerio de Salud y varios asociados para contener el brote de cólera
y prevenir su propagación, aprovechando la experiencia adquirida durante el
brote que se declaró en octubre de 2022. Tras más de 30 años sin cólera en el país,
la crisis económica y la escasez de agua potable y saneamiento provocaron un
brote que duró hasta 2023 y dejó 23 muertos, además de 8007 casos sospechosos y
671 casos confirmados mediante pruebas analíticas.
A principios de agosto de este año,
el Ministerio de Salud Pública, en coordinación con la OMS, el ACNUR, el UNICEF
y otros asociados, lanzó una campaña preventiva para administrar vacunas
anticoléricas orales a toda la población mayor de un año en las zonas de alto
riesgo de cinco de las ocho gobernaciones del país, es decir, a un total de 350 000
personas. Sin embargo, la campaña se vio interrumpida por la escalada de
violencia.
En respuesta al caso recientemente
detectado, la OMS activó de inmediato un plan de preparación y respuesta al
cólera para mejorar la vigilancia y el rastreo de los contactos, incluida la
vigilancia ambiental y el muestreo del agua, reforzar la capacidad de análisis en
los laboratorios, establecer reservas preventivas de material para combatir esta
enfermedad y apoyar las medidas de prevención y control de las infecciones en
los centros de tratamiento designados.
Los días 4 y 5 de octubre llegaron a
Beirut más de 116 toneladas de material básico de la OMS para reforzar la
atención de salud frente a la emergencia actual, que incluía material
preventivo y terapéutico para el cólera. La OMS seguirá adquiriendo y enviando suministros
para poder distribuirlos por todo el país como parte de su plan de preparación
y respuesta a la emergencia.
La OMS y el Ministerio de Salud
Pública estudiarán la posibilidad de administrar vacunas anticoléricas orales
en las zonas de alto riesgo para interrumpir la transmisión lo antes posible y contener
el brote.
Además, la OMS presta apoyo al centro
de operaciones en emergencias del Ministerio de Salud Pública para coordinarse
con el sector de la salud a fin de actuar a nivel nacional y subnacional. El
objetivo es mantener la prestación de los servicios de salud esenciales,
detectar y tratar los casos en los centros médicos y reforzar las actividades
de comunicación de riesgos y de participación de la población para que esta conozca
los síntomas, los factores de riesgo y las medidas preventivas.
El plan integral de preparación y respuesta al cólera que dirigen la OMS, el Ministerio de Salud Pública y varios asociados debe servir para limitar la transmisión del cólera, reducir su morbimortalidad y mejorar los resultados generales en materia de salud.