Datos y cifras
- La tiña es una infección micótica común de la piel causada por hongos dermatofitos que se han adaptado para alimentarse de queratina, la proteína fibrosa y dura que se encuentra en la piel y el cabello.
- Se calcula que la tiña causa aproximadamente la mitad de los 650 millones de infecciones cutáneas causadas por hongos en todo el mundo (1).
- En algunos países, más del 25% de los escolares menores de 10 años padecen tiña en la cabeza (2).
- La tiña puede afectar tanto a personas como a animales.
- Causa síntomas como prurito, enrojecimiento y una erupción cutánea en forma de anillo.
- Suele tratarse con antimicóticos.
Generalidades
La tiña o dermatofitosis es una micosis común de la piel que puede afectar tanto a las personas como a los animales. Está causada por dermatofitos, unos hongos que proliferan en la piel, el pelo y las uñas. Los síntomas que causa son prurito, enrojecimiento y una erupción cutánea característica en forma de anillo. Aunque no es mortal, la tiña puede resultar incómoda y embarazosa, y se propaga fácilmente. Suele tratarse con antimicóticos aplicados directamente sobre la piel, pero en caso de infecciones graves o generalizadas puede ser necesario tomar medicamentos por vía oral. En muchos países se está propagando un brote de tiña extensa y resistente a los medicamentos.
Magnitud del problema
La tiña es una de las dermatosis más frecuentes y representa una parte considerable de las enfermedades cutáneas de los países en desarrollo. Se estima que, a escala mundial, las infecciones cutáneas por hongos afectan en todo momento a más de 650 millones de personas, y que la tiña causa más de la mitad de los casos (1).
La tiña está presente en todos los países, pero algunas formas son comunes en las zonas tropicales con escasos recursos. La prevalencia de la infección del cuero cabelludo entre los niños de estas zonas puede superar el 25% de los escolares menores de 10 años (2). En algunos países de ingreso alto se registran casos esporádicos, aunque también pueden producirse brotes en las escuelas. En los sectores industriales pesados puede registrarse tiña del pie de forma endémica que provoque ausencias laborales y complicaciones debidas a sobreinfecciones.
La tiña que afecta a amplias zonas del cuerpo supone un problema cada vez mayor en todo el mundo. Se detectó por primera vez en la India, pero se ha propagado ampliamente en comunidades de Asia Sudoriental y en la actualidad se registra cada vez más en Oriente Medio, Europa, África y las Américas. Muchos de estos casos no responden a los antimicóticos habituales, por lo que suponen un problema de salud pública cada vez mayor.
Síntomas
La tiña puede afectar a diversas partes del cuerpo, y los síntomas pueden variar en función de la ubicación de la infección:
- La tiña de la cabeza afecta al cuero cabelludo y puede causar prurito, enrojecimiento y caída del cabello. Se observa principalmente en los niños.
- La tiña corporal aparece en la piel como una erupción en forma de anillo con los bordes elevados. Puede causar prurito y propagarse a otras partes del cuerpo. También puede ser muy extensa y cubrir amplias zonas de la piel.
- La tiña crural o inguinal afecta a la ingle y la parte alta de los muslos. Es más frecuente en los varones adolescentes y adultos, y suele asociarse a actividades que conllevan sudoración y el uso de ropa ajustada.
- La tiña del pie (comúnmente denominada «pie de atleta») aparece en los pies, especialmente entre los dedos. Causa síntomas como prurito, ardor y descamación de la piel. Puede propagarse en el lugar de trabajo o en vestuarios públicos y convertirse en un problema ocupacional en algunos sectores, como la minería o la industria petrolera.
- La tiña ungueal u onicomicosis afecta a las uñas, que se vuelven gruesas, decoloradas y quebradizas. Esta forma de la enfermedad puede dificultar la movilidad de las personas mayores.
Transmisión
La tiña es contagiosa y puede transmitirse de las siguientes maneras:
- por contacto directo con una persona o un animal infectados;
- por contacto indirecto con objetos o superficies contaminados, como ropa, suelos mojados, toallas y material deportivo; y
- por contacto ambiental con hongos presentes en el suelo.
Factores de riesgo
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de contraer la tiña:
- La tiña puede afectar a personas de todas las edades.
- La tiña de la cabeza se propaga fácilmente entre los niños en edad escolar (en algunos países, afecta a más del 25 % de los alumnos menores de 10 años).
- Una variedad de tiña recientemente descrita se ha propagado ampliamente y ahora es habitual en países de Asia Sudoriental. También se ha extendido a África, Oriente Medio, Europa y las Américas. A menudo, es resistente al tratamiento con antimicóticos.
- El contacto directo con una persona o un animal infectado aumenta el riesgo de contagio.
- Las personas con un sistema inmunitario debilitado son más propensas a contraer la tiña, con manifestaciones atípicas.
- Los deportistas, especialmente los que practican deportes de contacto, así como los trabajadores industriales, corren un mayor riesgo debido al uso compartido de equipos y vestuarios y al contacto directo.
- Los hongos proliferan en ambientes cálidos y húmedos, como duchas, vestuarios y piscinas.
- Compartir ropa, toallas y otros objetos personales como peines o cepillos de pelo puede aumentar el riesgo de transmisión.
Diagnóstico
La tiña suele diagnosticarse por su aspecto característico y sus síntomas. Los dispensadores de atención de salud pueden tomar también una muestra de piel o de uña para confirmar el diagnóstico. La muestra se examina posteriormente con el microscopio o se envía a un laboratorio para que se lleve a cabo un diagnóstico molecular o por micocultivo.
Tratamiento
La tiña suele tratarse con antimicóticos. El tipo de fármaco y la duración del tratamiento dependen de la ubicación y la gravedad de la infección.
- Los antimicóticos tópicos se aplican directamente sobre la piel y son eficaces en la mayoría de los casos de tiña. Entre los medicamentos de uso tópico más comunes se encuentran el clotrimazol, el miconazol, el econazol, el ciclopirox y la terbinafina.
- Cuando la tiña es grave o generalizada, o cuando los tratamientos tópicos no son eficaces, se pueden prescribir antimicóticos orales como la griseofulvina, la terbinafina y el itraconazol.
Además de la medicación, mantener la zona afectada limpia y seca puede favorecer la curación y evitar la propagación de la infección.
Prevención
Para prevenir la tiña, es importante reducir el riesgo de exposición y de transmisión:
- Practique una buena higiene: mantenga la piel limpia y seca, especialmente en las zonas propensas a la sudoración.
- Evite el contacto directo: no toque ni entre en contacto directo con personas o animales que se sepa que padecen tiña.
- No comparta objetos personales: no utilice los mismos cepillos de pelo, ropa, toallas y otros artículos personales.
- Lleve calzado adecuado: use zapatos o sandalias en las duchas públicas, los vestuarios y las zonas de piscina.
- Limpieza y desinfección: limpie y desinfecte regularmente las superficies y los objetos que puedan estar contaminados.
- Cuide la salud de las mascotas: si tiene mascotas, llévelas al veterinario para que las examine y las trate contra la tiña si es necesario.
Complicaciones
La tiña no suele ser grave, aunque puede dar lugar a las siguientes complicaciones si no se trata o si la infección se agrava:
- Infección bacteriana secundaria: las lesiones cutáneas causadas por la tiña pueden infectarse con bacterias que den lugar a celulitis o impétigo. La infección bacteriana secundaria de los pies puede ser muy dolorosa y discapacitante.
- Inflamación grave: en algunos casos, la tiña puede causar una inflamación grave, con ampollas, forúnculos o queriones (lesiones dolorosas y elevadas).
- Caída del cabello: la tiña de la cabeza puede provocar la caída del cabello, que puede ser permanente si no se trata a tiempo.
- Deformidades en las uñas: la tiña de las uñas puede hacer que estas se vuelvan gruesas, se decoloren o se deformen, lo que puede interferir en la movilidad de las personas mayores.
- Propagación de la infección: si no se trata, la tiña puede propagarse fácilmente a otras partes del cuerpo o a otras personas.
Respuesta de la OMS
A través de la iniciativa para hacer frente a las enfermedades tropicales cutáneas desatendidas, la Organización Mundial de la Salud reconoce la existencia del problema creciente que causan las micosis de la piel y la aparición de resistencia a los antimicóticos. Se prevé que, en la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2025, se apruebe una propuesta de resolución para que las enfermedades cutáneas sean una prioridad de salud a escala mundial. Ello contribuirá a avanzar en la labor que se lleva a cabo en relación con las micosis, entre ellas la tiña.
Referencias
- Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria. GBD 2024 Cause and Risk Summary: Fungal Skin Infections (consultado el 28/03/2025). Seattle (Estados Unidos de América): IHME, Universidad de Washington, 2024.
- Coulibaly O, L'Ollivier C, Piarroux R, Ranque S. Epidemiology of human dermatophytosis in Africa Medical Mycology, 2018: 56, 145–161.