Ertharin Cousin Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Anthony Lake Director Ejecutivo del UNICEF, Stephen O’Brien Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia (OCAH), Dra. Margaret Chan Directora General de la OMS, Filippo Grandi Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Mientras continúan los esfuerzos para poner plenamente en vigor un alto el fuego en Siria, volvemos a pedir un acceso inmediato, incondicional y seguro para llegar a los niños y familias que aún no reciben ayuda humanitaria en todo el país.En Siria, hoy en día, hay 15 zonas sitiadas donde continúan atrapadas hasta 700 000 personas, entre ellos unos 300 000 niños. Casi cinco millones de personas, de los cuales más de dos millones son niños, viven en zonas a las que resulta extremadamente difícil llegar con ayuda humanitaria debido a los combates, la inseguridad y las restricciones al acceso.
En toda Siria, la población sigue sufriendo porque carece de los elementos más básicos para subsistir y sigue sometida al riesgo continuo de la violencia. Nosotros –en realidad, el mundo– no debemos permanecer en silencio mientras las partes en conflicto continúan utilizando la privación de alimentos, agua, suministros médicos y otras formas de ayuda como armas de guerra.
Los niños corren un mayor riesgo de ser víctimas de la desnutrición, la deshidratación, la diarrea, las enfermedades infecciosas y las lesiones. Muchos necesitan apoyo después de haber estado expuestos a sucesos traumáticos, a la violencia y a otras violaciones. Resulta trágico que demasiados niños hayan conocido poco más que el conflicto y la pérdida durante sus cortas vidas.
Los horrores del asedio en los distritos orientales de Alepo han desaparecido de la conciencia pública, pero no debemos dejar que las necesidades, las vidas y el futuro del pueblo sirio desaparezcan de la conciencia del mundo.
No debemos permitir que en 2017 se repitan en Siria las tragedias ocurridas en 2016.