Datos y cifras
- La candidiasis es una micosis común causada principalmente por levaduras de la especie Candida.
- La candidiasis puede afectar a diversas partes del cuerpo, como la boca (candidiasis bucal o «algodoncillo»), la vagina (candidiasis vaginal), el esófago, la piel y el torrente sanguíneo (candidiasis invasiva).
- La candidiasis vulvovaginal, o infección vaginal por levaduras, afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
- La candidiasis bucal es más común en los bebés y en las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados, usan inhaladores de esteroides, utilizan prótesis dentales, consumen drogas inyectables o padecen afecciones como la diabetes no controlada.
- La candidiasis se puede tratar con antimicóticos. El tratamiento puede ser más complejo cuando las infecciones están causadas por especies farmacorresistentes.
- Candida auris es una especie fúngica que puede ser multirresistente, causar enfermedades invasivas y provocar brotes en los hospitales.
Panorama general
La candidiasis, también conocida como infección por levaduras, es una micosis causada principalmente por levaduras Candida. La presencia de muchas de estas levaduras en el cuerpo humano como parte del microbioma natural, o en el entorno circundante, es normal y, por lo general, no causa ningún problema. Sin embargo, cuando las condiciones lo permiten, como en el caso de que el sistema inmunitario esté debilitado o de que se produzcan cambios en el entorno natural del organismo (por ejemplo, debido a cambios hormonales, el uso de antibióticos u otras razones), el hongo Candida puede proliferar en exceso y causar una infección. La candidiasis puede afectar a diversas partes del cuerpo y provocar síntomas variados.
Entre los tipos comunes de candidiasis figuran la candidiasis vulvovaginal (infección vaginal por levaduras), que afecta a la vagina; la candidiasis bucal, que afecta a la boca y la garganta; y la candidiasis invasiva, que es una infección sistémica grave que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo. La candidiasis invasiva es motivo de gran preocupación en los pacientes críticos e inmunodeprimidos.
Aunque por lo general se pueden tratar con antimicóticos, algunos tipos de candidiasis pueden ser difíciles de tratar. Por ejemplo, la especie fúngica Candida auris, que es multirresistente, ha provocado brotes en hospitales y establecimientos de cuidados a largo plazo. La prevención y el tratamiento adecuado son cruciales para reducir el riesgo que presentan estas infecciones y evitar su propagación.
Infecciones vaginales por levaduras (candidiasis vulvovaginal)
La candidiasis vulvovaginal, también llamada comúnmente infección vaginal por levaduras, es una infección de la vagina y la vulva causada por una proliferación en exceso de la levadura Candida.
Causas
Son varios los factores que pueden contribuir a la proliferación en exceso de Candida en la vagina. Los cambios en el pH normal de la vagina, en el microbioma natural o en el equilibrio hormonal pueden crear un ambiente que propicie la proliferación excesiva de las levaduras. Los antibióticos pueden matar bacterias saludables presentes en la vagina, que ayudan a conservar el equilibrio de las levaduras y a mantenerlas bajo control. Las fluctuaciones en los niveles hormonales, como las que se dan durante el embarazo, el ciclo menstrual o el uso de píldoras anticonceptivas, pueden aumentar el riesgo de padecer infecciones por levaduras. La diabetes no controlada, que provoca niveles de glucemia persistentemente altos, también puede favorecer el crecimiento de las levaduras. Además, un sistema inmunitario debilitado debido a afecciones o al consumo de medicamentos puede hacer que una persona sea más susceptible a padecer este tipo de infecciones.
Síntomas
Los síntomas de una candidiasis vulvovaginal pueden provocar incomodidad. Un problema habitual es el prurito intenso en la vagina y alrededor de la vulva. También se puede experimentar enrojecimiento y dolor de la vulva, acompañados de flujo vaginal espeso y blanco con el aspecto de la leche cuajada. Asimismo, es posible que la micción sea dolorosa y que aparezcan molestias o dolor durante las relaciones sexuales. Las infecciones por levaduras afectan principalmente a la vagina y la vulva y no son causa habitual de infecciones urinarias.
Tratamiento
Para tratar la candidiasis vulvovaginal se suelen utilizar antimicóticos. Habitualmente se utilizan tratamientos tópicos, como cremas, pomadas o supositorios que contienen antimicóticos como el clotrimazol. También se dispone de fármacos antimicóticos orales de venta con receta, como el fluconazol. Sin embargo, la resistencia a algunos antimicóticos se está extendiendo y el tratamiento no siempre funciona.
Los remedios caseros deben utilizarse con precaución, y debe consultarse a un proveedor de atención de salud antes de recurrir a ellos.
Prevención
Aunque no está clasificada oficialmente como una infección de transmisión sexual, la actividad sexual puede contribuir al desarrollo de la candidiasis vulvovaginal. Por lo general, no se recomienda administrar tratamiento a las parejas masculinas a menos que ellos también presenten síntomas.
Candidiasis bucal
La candidiasis bucal es una candidiasis que se presenta en la boca y la garganta.
Causas
Son varios los factores que pueden dar lugar a la aparición de candidiasis bucal. Las personas inmunodeprimidas o con un sistema inmunitario inmaduro, como los bebés, las personas mayores y las personas con VIH, son más propensas a padecer candidiasis bucal. Los antibióticos pueden alterar el equilibrio normal de los microorganismos de la boca, lo que permite que el hongo Candida prolifere en exceso. Los inhaladores de esteroides para el asma también pueden aumentar el riesgo de padecer candidiasis bucal. Además, las prótesis dentales mal ajustadas o una higiene bucal deficiente pueden crear un entorno propicio para la proliferación en exceso de levaduras.
Síntomas
La candidiasis bucal se caracteriza por lesiones de color blanco y aspecto cremoso en la lengua, la parte interna de las mejillas y las encías, o placas blancas y duras que no se pueden raspar. Las personas afectadas pueden sentir dolor o molestias en la boca que hacen difícil comer o tragar. También pueden producirse grietas y enrojecimiento en las comisuras de la boca, manchas rojas y brillantes en el paladar o la lengua, y alteración o pérdida del sentido del gusto.
Tratamiento
Para tratar la candidiasis bucal se suelen utilizar antimicóticos. Son de uso habitual los tratamientos tópicos, como las tabletas o los enjuagues bucales antimicóticos. También se pueden recetar antimicóticos orales. Mantener una buena higiene bucodental por medio del cepillado y el uso de hilo dental con regularidad puede ayudar a prevenir la proliferación excesiva de levaduras.
Candidiasis bucal en bebés
La candidiasis bucal es una afección común en los bebés, especialmente en los recién nacidos, que suele presentarse como manchas blancas en la lengua o la parte interna de las mejillas. Aunque por lo general no es peligrosa, puede causar molestias durante la alimentación. El tratamiento suele consistir en un medicamento antimicótico líquido, recetado por un médico.
Candidiasis invasiva
Los pacientes hospitalizados con cáncer o a los que se han administrado antibióticos, se han sometido a procedimientos invasivos como catéteres intravenosos (gota a gota) o se han sometido a intervenciones quirúrgicas pueden contraer infecciones invasivas por Candida, por ejemplo a través del torrente sanguíneo.
Algunas especies de Candida, en especial Candida auris, están desarrollando resistencia a los antimicóticos, por lo que su eliminación de las superficies y los equipos hospitalarios resulta difícil. Estas infecciones son graves y requieren un tratamiento antimicótico intravenoso urgente.
También es necesario que las pruebas y los tratamientos mejoren y aumente su disponibilidad, en especial en los países de ingreso bajo y mediano.
La candidiadis y la alimentación
Existe un amplio debate sobre la relación entre la alimentación y la candidiasis, y si un elevado consumo de azúcar puede causar infecciones por levaduras. Algunas personas siguen dietas estrictas para limitar la proliferación en exceso de levaduras, pero la evidencia científica que respalda su eficacia es escasa. Consulte a un profesional de la salud o a un dietista profesional antes de realizar cambios drásticos en la alimentación.
Prevención
Mantener una buena higiene, especialmente en las zonas húmedas, es importante para prevenir la candidiasis en la piel. Una buena higiene bucal, una limpieza adecuada de las prótesis dentales, el control de la diabetes, evitar fumar y el uso correcto de inhaladores de esteroides pueden ayudar a prevenir la candidiasis bucal.
El uso de antibióticos, únicamente con receta y cuando son necesarios, puede ayudar a prevenir alteraciones en el microbioma natural del organismo. El control de las enfermedades preexistentes, como la diabetes, puede reducir el riesgo de candidiasis. Las personas cuyos sistemas inmunitarios están debilitados pueden necesitar exámenes médicos periódicos y medicamentos antimicóticos profilácticos para prevenir la candidiasis invasiva.
En el caso de la candidiasis vulvovaginal, usar ropa interior de algodón y ropa holgada, evitar los tejidos sintéticos, quitarse cuanto antes la ropa deportiva sudada y los trajes de baño mojados y no recurrir a lavados (duchas) vaginales puede contribuir a la prevención de las infecciones por levaduras. Evitar los productos de higiene personal perfumados o agresivos también puede ayudar a prevenir la irritación y reducir el riesgo de infecciones por levaduras.
Los deportistas y las personas que realizan actividad física intensa, así como los niños, deben prestar especial atención a su higiene. En los entornos donde el contacto físico es frecuente (como en los gimnasios y las instalaciones deportivas), es importante limpiar y secar el equipo y la ropa con regularidad.
Respuesta de la OMS
La OMS reconoce la creciente preocupación de salud pública mundial que plantean las micosis y se ha comprometido a hacer frente a esta amenaza con diversas iniciativas.
En 2022, la OMS publicó la primera lista de patógenos fúngicos prioritarios con el fin de orientar la investigación, el desarrollo y las medidas de salud pública.
En 2024, la OMS publicó unas recomendaciones para el tratamiento de las infecciones por Trichomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium o Candida albicans, la vaginosis bacteriana y el papilomavirus humano (en inglés).
En 2025, la OMS publicó sus primeros informes sobre pruebas y tratamientos relacionados con las micosis.
Al dar prioridad a los patógenos fúngicos y promover estrategias basadas en la evidencia, la OMS se propone reforzar la respuesta mundial a las micosis y la resistencia a los antimicóticos y, en última instancia, mejorar los resultados de salud pública.